TODOS LOS CUENTOS EL CUENTO por Agustín Monsreal La comunidad cuentística internacional está de plácemes. Por un lado, se celebra en este 2015 el centenario del nacimiento del escritor Edmundo Valadés, y por el otro se abren las puertas a una noticia magnífica: El Cuento Revista de Imaginación, que nunca se ha ido, está de regreso. A través del tiempo y a lo largo y ancho de todos los países de habla hispana y de no pocos del planeta entero, los miles y miles de lectores que le han seguido los pasos y nunca han perdido de vista la extraordinaria versatilidad, la asombrosa fascinación de sus páginas, la han mantenido viva, vigente, fresca y seductora como tarde acabadita de bañar por la lluvia, y la han rodeado de una magia tan limpia y fervorosa que muchos que sólo han oído hablar de ella la anhelan como a un sueño amorosamente cultivado. Pocos destinos editoriales han sido tan pesarosos y a la vez tan afortunados como el de esta revista de valores indudablemente universales. La cuentística del mundo está representada, con largueza y autenticidad impagables, en cada uno de sus contenidos. Así lo confirma, de manera permanente, la sensibilidad de sus incontables lectores que se han ido multiplicando notoriamente de generación en generación, manteniendo en alto la admiración inclaudicable, el tributo incondicional que se le rinde con merecida prodigalidad. Aquí y allá sus seguidores asiduos atesoran cada número de El Cuento Revista de Imaginación como joya invaluable, y los que la descubren y tienen ante sus ojos por primera vez, la hacen suya con una suerte de noble excitación sólo comparable a la de una novedad nupcial. En 1939 nació y tuvo una vida breve, aunque luminosa y significativa, pues los cinco únicos números que integran esa primera época conforman una breve, codiciada y ya mítica antología dentro del campo literario del género del cuento; en 1964 vio por segunda vez la luz del mundo y prolongó su estancia en él durante siete lustros, fijando un precedente que hasta nuestros días no ha sido posible igualar. Numerosas fueron las voluntades que se conjuntaron, grandes los entusiasmos y las
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